Sen (Cassia senna) |
Mucílago: el mucílago que se encuentra en muchas plantas, está compuesto por polisacáridos (grandes moléculas de azúcar) que absorben agua, produciendo una sustancia pegajosa y gelatinosa. El mucílago recubre las membranas mucosas del aparato digestivo, protegiéndolo de la irritación, acidez e inflamación. Este alivio y protección parece extenderse a otras áreas, incluyendo las membranas mucosas de la garganta, los pulmones, los riñones y las vías urinarias.
Fenoles: este grupo incluye el ácido salicílico, el precursor natural de la aspirina. Éste se encuentra en muchas plantas, como el Té de Canadá (Gaultheria procumbens ) y el sauce blanco (Salix alba) Otro fenol es el Timol, un componente del Tomillo (Timus vulgaris) Los fenoles son antisépticos y reducen la inflamación cuando se aplican internamente, aunque tienen un efecto irritante en contacto con la piel.
Taninos: Todas las plantas producen taninos en mayor o menor cantidad. El fuerte sabor astringente de la corteza, rica en estas sustancias, la hace desagradable a los insectos y otros animales. Los taninos, que también se usan para curtir pieles, contraen los tejidos del cuerpo, compactándolos, y aumentando la resistencia a las infecciones. La corteza del roble (Quercus robur) es rica en taninos. (N del A: los taninos son hemostáticos, por tanto en contraen los tejidos corporales, disminuyen las secreciones, detienen sangrados, reducen inflamaciones)
Cumarinas: los distintos tipos de cumarinas presentes en muchas especies vegetales ejercen acciones muy diversas. Las cumarinas del meriloto (Merilutus officinalis) fluidifican la sangre, mientras que el bergapteno del apio (Apium graveolens) se usa como protector solar, y la quelina de la biznaga (Ammi biznaga) es un potente relajante de los músculos lisos.
Antraquinonas: son el principal componente activo de muchos vegetales como el Sen (Cassia Senna) que se utiliza para aliviar el estreñimiento. Las antraquinonas ejercen sobre el intestino grueso un efecto laxante irritante, causando contracciones de las paredes intestinales, lo que provoca la evacuación aproximadamente 10 horas después de su ingestión. Además, hacen más líquidas las heces, lo que igualmente facilita la evacuación.
Flavonoides: presentes en muchas plantas, ejercen una amplia variedad de acciones. Son antiinflamatorios y especialmente útiles para mantener una circulación saludable. La rutina, un flavonoide que se encuentra en plantas tales como el Alforfón (Fagopyrum esculentum) y el Limón (Citrus limón) fortalece las paredes capilares.
Zarzamora (Rubus fruticosus) |
Glucosilinatos: se encuentran exclusivamente en especies de la familia de las mostazas. Ejercen sobre la piel un efecto irritante, provocando inflamación y ampollas. Contra el dolor de articulaciones se aplica en emplastos para aumentar el riego sanguíneo a la zona afectada y a la vez contribuir a la eliminación de los materiales de desecho acumulados (uno de los factores de esta afección) También ayudan a reducir el funcionamiento de la tiroides. Tanto el rábano (Raphanus sativus) como la mostaza (Sinapis alba) contienen cantidades importantes de glucosilinatos.
Aceites volátiles: Los aceites volátiles que se extraen de diversas plantas para producir aceites esenciales se encuentran entre las sustancias vegetales más importantes. El árbol del té (Melaleuca alternifolia) por ejemplo, contiene en su aceite volátil más de 60 componentes volátiles diferentes, muchos de ellos potentes antisépticos. Algunos aceites volátiles contienen sesquiterpenos, como el azuleno de la manzanilla (Matricaria recutita) Dichas sustancias ejercen un efecto antiinflamatorio.
Saponinas: hay dos tipos de saponinas, las triterpénicas y las esteroidales. Estas últimas derivan su nombre de su parecido con las hormonas esteroidales, que produce de forma natural el cuerpo humano. Muchas plantas con este tipo de saponinas ejercen una fuerte acción hormonal. Entre éstas, la más conocida es el regaliz (Glysyrrhiza glabra) Las saponinas triterpénicas, como las que se encuentran en la raíz de la primavera (Prímula veris) suelen ser potentes expectorantes y también pueden ayudar a absorber los nutrientes.
Glicósidos cardíacos: los glicósidos cardíacos se encuentran en diversas plantas medicinales; las más conocidas son la digital (Digitalis purpúrea) y la digital lanosa (Digitalis lanata). Estas sustancias, como la digitoxina, la digoxina y la gitoxina, ejercen una acción directo sobre el corazón cuando está débil, potenciando su fortaleza y pulsaciones. Los glicósidos cardíacos son también eficaces diuréticos, ayudan a la transferencia de líquidos de los tejidos y sistema circulatorio al tracto urinario, reduciendo así la presión arterial.
Glicósidos cianogénicos: Si bien estas sustancias tienen como base al cianuro, un potentísimo veneno, en pequeñas dosis ejercen un útil efecto sedante y relajante sobre el corazón y los músculos. Tanto la corteza del cerezo negro americano (Prunus serotina) como el saúco (Sambucus nigra) contienen glicósidos cianogénicos, que contribuyen con eficacia para calmar y quitar la tos seca irritante.
Vitaminas: algunas plantas presentan una gran concentración de vitaminas. El berro (Nasturtium officinale), por ejemplo, contiene una cantidad apreciable de vitamina E; y en los frutos del escaramujo (Rosa canina) hay una concentración muy alta de vitamina C. En la mayoría de las plantas medicinales hay, al menos, alguna presencia de vitaminas; incluso cuando el contenido es pequeño puede constituir una parte del consumo diario total.
Amargos: los amargos son un grupo de sustancias distintas entre sí, cuyo único rasgo en común es su intenso sabor desagradable. El gusto amargo en sí mismo estimula las secreciones de las glándulas salivales y del sistema digestivo. Debido a la mejora de la digestión, y la mayor absorción de nutrientes, el cuerpo se ve fortalecido. Entre las muchas hierbas con componentes amargos, hay que destacar el ajenjo (Artemisia absinthium)
Alcaloides: Los alcaloides, un grupo muy diverso, normalmente contienen una molécula con nitrógeno, que los hace farmacológicamente activos. Algunos son medicamentos con aplicaciones reconocidas: la atropina, que se encuentra en la belladona (Atropa belladona) ejerce un efecto directo sobre el cuerpo, disminuyendo los espasmos, calmando el dolor y secando las secreciones corporales.
Minerales: Algunas plantas son especialmente ricas en minerales. La cola de caballo (Equisetum arvense) por ejemplo tiene una gran concentración de sílice. El diente de león (taraxacum officinale) contiene mucho potasio, y a diferencia de otros diuréticos que expulsan el potasio, ayuda a mantener el nivel de este mineral en el cuerpo. Estas plantas tienen valor como suplementos minerales, mientras que otras con menor concentración contribuyen al consumo diario.
Fuente: Enciclopedia de Plantas Medicinales, de Andrew Chevallier (Publicado en 1996 en Gran Bretaña)