Muchas de las especies vegetales que crecen por todo el mundo tienen usos medicinales ya que contienen componentes activos que ejercen un efecto directo sobre el cuerpo. Son utilizadas tanto en la herboristería como en la medicina convencional y aportan beneficios de los que suelen carecer las drogas farmacéuticas, ayudando a combatir la enfermedad y a apoyar los esfuerzos del cuerpo para recuperar la salud.
No hay duda que, en situaciones extremas, los tratamientos de la medicina moderna pueden ofrecer una oportunidad incomparable para aliviar síntomas y salvar vidas (…) Las medicinas convencionales de farmacia mantienen la vida y contrarrestan las infecciones en situaciones en que otros tipos de tratamientos tendrían poco para ofrecer (…)
De todos modos y a pesar los de los espectaculares avances y ventajas de la medicina convencional, o biomedicina como se la denomina también, es evidente que la herboristería tiene mucho para ofrecer (…) Hoy en día las medicinas de hierbas vuelven a adquirir importancia debido a que las convencionales, como los antibióticos, que en cierto momento han sido de eficacia prácticamente universal contra las infecciones graves, están decayendo (…) La Herboristería suele servir de complemento a los tratamientos convencionales proporcionando remedios seguros y con buena tolerancia para las enfermedades crónicas. En los países occidentales está experimentando un renacimiento espectacular, en parte porque no existen todavía tratamientos convencionales eficaces para muchas enfermedades crónicas como el asma, la artritis y el síndrome de colon irritable. Además, la preocupación por los efectos secundarios de la biomedicina anima a la gente a buscar formas más suaves de tratamiento. Se calcula que entre un 10% y un 20% de los pacientes hospitalizados en occidente se deben a los efectos secundarios de los tratamientos médicos convencionales.
Sustancias químicas vegetales potentes:
La capacidad de un medicamento herbáceo para afectar a los sistemas corporales depende de los componentes químicos que contenga. Los científicos empezaron a aislar y extraer las sustancias químicas por primera vez en el siglo XVIII y desde ese momento nos hemos acostumbrado a considerar a las hierbas y sus efectos según los componentes activos que contienen. La investigación de los componentes aislados de las plantas es de gran importancia ya que ha dado origen a muchos de los medicamentos más útiles del mundo. La tubocuranina, el relajante muscular más potente que existe, es un derivado del curare (Chondodendron tormentosum), y el calmante más fuerte de todos, la morfina, procede de la Adormidera (Papaver somniferum)
En la década de los noventa la biomedicina sigue dependiendo de las plantas más que del laboratorio, al menos en el 25% de los medicamentos, y muchos de éstos se encuentran entre los más eficaces de los remedios convencionales (…)
El valor de las plantas completas:
Si bien es importante comprender los efectos de cada uno de los componentes activos, la herboristería, a diferencia de la biomedicina, se interesa sobre todo por el uso y los efectos de las plantas completas –medicina que han sido dadas literalmente por dioses o diosas- en lugar de haber sido obtenidas en un laboratorio. Del mismo modo que al desmontar las piezas de un reloj e identificar sus partes principales no se muestra como funciona, dividir una hierba medicinal en las partes que la componen no puede explicar con exactitud cómo actúa en su forma natural. La hierba completa es bastante más que la suma de sus partes y la investigación científica muestra cada vez más que los componentes activos de muchas hierbas, por ejemplo los del Ginkgo (Ginkgo biloba) actúan entre sí en formas complejas para producir el efecto terapéutico global del remedio.
Las plantas contienen cientos, sino miles, de distintas sustancias químicas que interactúan de modo complejo. Es frecuente no saber con exactitud cómo actúa una hierba concreta, incluso si sus propiedades medicinales son bien conocidas. El enfoque farmacológico para entender cómo operan las hierbas completas es como tratar de armar un rompecabezas cuando se dispone sólo de algunas piezas. Además, aunque resulta muy útil saber que una planta contiene determinados componentes activos, esta información puede ser engañosa por sí misma. Por ejemplo el Té (Camellia sinensis) y el Café (Cofea arábica) contienen aproximadamente los mismo niveles de cafeína. Sin embargo el té contiene una cantidad mucho mayor de taninos (que dan al té su sabor acre y astringente). Estos componentes reducen la cantidad de nutrientes y drogas que pasan por los intestinos al flujo sanguíneo y por consiguiente se absorbe menos cafeína. La consecuencia, que da la razón a la experiencia de muchas personas, es que el té resulta menos estimulante que el café. Este ejemplo revela un par de verdades fundamentales sobre la herboristería: en primer lugar la experiencia del especialista en hierbas y del paciente es lo que suele proporcionar la guía más fiable del efecto medicinal de cada hierba. En segundo lugar, el valor de una hierba medicinal no puede reducirse simplemente a una lista de sus componentes activos.
Plantas como alimentos y medicinas:
El cuerpo humano está mucho mejor adaptado al tratamiento con remedios herbáceos que con medicamentos químicos aislados. Hemos evolucionados codo a codo con las plantas durante decenas de miles de años y nuestro sistema digestivo y fisiológico en general está preparado para digerir y utilizar alimentos vegetales que suelen tener valor medicinal además de proporcionar sustento (…) la herboristería adquiere su entidad cuando se elimina la distinción entre alimento y medicina.
Tratamiento con hierbas:
La estrategia adoptada por los especialistas en hierbas para evitar la enfermedad o recuperar la salud de sus pacientes es diferente en las muchas y variadas tradiciones de todo el planeta, pero el efecto que las medicinas de hierbas producen en el cuerpo para mejorar la salud no varía. Existen miles de hierbas utilizadas en todo el mundo, con una gama tremenda de efectos y grados de potencia. La mayoría tiene efectos específicos sobre sistemas corporales completos y se sabe que sirven para tratar determinados tipos de enfermedades
Digestión, respiración, circulación:
La mejora de la calidad de la dieta suele ser el punto de partida fundamental para mantener o recuperar una buena salud. El dicho “eres lo que comes” es en gran medida cierto, aunque los herbolarios prefieren matizarlo diciendo: “eres lo que absorbes de lo que comes”. Las medicinas de hierbas no solo proporcionan nutrientes, sino que cuando es necesario también fortalecen y apoyan la acción del sistema digestivo acelerando el proceso de la alimentación y mejorando la absorción de nutrientes. El cuerpo necesita otro tipo de nutriente para funcionar: el oxígeno. El funcionamiento de los pulmones y el sistema respiratorio puede facilitarse con hierbas que relajan los músculos bronquiales y estimulan la respiración.
Una vez dentro del cuerpo, los nutrientes y medicinas son conducidos hasta los tres millones de células que se estima, componen el cuerpo. El sistema circulatorio tiene una extraordinaria capacidad para adaptarse a un esquema de demandas que cambia constantemente. En situación de descanso, la sangre se dirige principalmente hacia el centro del cuerpo, mientras que cuando se está activo, los músculos de los miembros efectúan fuertes demandas. Las medicinas de hierbas activan la circulación de determinadas formas. Algunas, por ejemplo, ayudan a que la sangre fluya hacia la superficie del cuerpo, otras estimulan el corazón para que bombee de un modo más eficaz, y otras relajan los músculos de las arterias y
hacen que la presión sanguínea disminuya.
Eliminar toxinas y calmar la piel:
Una vez que la circulación ha transportado los nutrientes a las células, hay que eliminar el material de desecho. Es muy frecuente que en este mundo contaminado, los altos niveles de toxicidad en el cuerpo sean la causa fundamental de mala salud, y los especialistas en hierbas emplean una amplia gama de hierbas limpiadoras para aumentar la capacidad del cuerpo para eliminar toxinas. El mejor ejemplo de hierba desintoxicante es tal vez la BARDANA (Arctium lappa), muy utilizado tanto en la medicina china como en la occidental. En cuanto hierbas como ésta reducen la “carga” tóxica, el cuerpo puede invertir mayores recursos en la reparación y el fortalecimiento de los tejidos dañados y órganos debilitados.
La piel juega también un papel importante en la salud. Las plantas antisépticas luchan contra las infecciones, mientras las hierbas vulnerarias (que curan heridas) facilitan la coagulación de la sangre y ayudan a que las heridas sanen antes.
Sistema nervioso, endocrino e inmunológico:
La buena salud depende de la existencia de un sistema nervioso sano y equilibrado. Para garantizar la buena salud del sistema nervioso a largo plazo es importante adaptarse bien a las demandas de la vida diaria, evitar el exceso de ansiedad, preocupación o depresión, y dedicar tiempo suficiente al descanso y al ejercicio.
Las investigaciones más recientes indican que el sistema nervioso no funciona aislado. Se complementa con el sistema endócrino que interviene en la producción de toda una sinfonía de hormonas, entre ellas las del sexo, que controlan la fertilidad y suelen afectar a la vitalidad y el humor. El sistema nervioso también está íntimamente ligado al sistema inmunológico, que controla la capacidad de resistencia a las infecciones y a la recuperación de enfermedades y heridas.
Para poder mantener la buena salud, este increíble complejo de sistemas –parte eléctrica, parte química y parte mecánica- debe funcionar en armonía. En la salud, el cuerpo parece tener una capacidad infinita, por medio de sus sistemas de control, para adaptarse y cambiar ante las presiones externas. Esta capacidad de adaptación al mundo externo, a la vez que el funcionamiento interno permanece constante, se denomina homeostasis.
Hay muchas hierbas que actúan con los sistemas inmunológico, nervioso y endocrino para ayudar al cuerpo a adaptarse con mayor eficacia al estrés y las tensiones de todo tipo: físico, emocional, mental e incluso espiritual. Son eficaces porque funcionan en consonancia con los procesos corporales.
Algunas hierbas son adaptógenas, es decir, pueden ayudar a las personas a adaptarse, bien apoyando el sistema nervioso y aliviando la tensión nerviosa y emocional, o bien trabajando directamente con el propio proceso fisiológico del cuerpo para conservar la salud. El principal ejemplo de hierba adaptógena es el ginseng (Panax ginseng), un remedio eficaz en momentos de fuerte tensión mental o física, pero que en determinados casos puede tomarse también cuando se necesita un efecto relajante, por ejemplo para aliviar el dolor de cabeza o garantizar un buen sueño nocturno.
Medicinas naturales complejas:
Como puede verse, una planta no es un remedio único con una sola acción, sino una medicina natural compleja que consta de muchos componentes activos que actúan en distintos sistemas del cuerpo. Combinando la investigación científica de los componentes activos con la observación clínica y el conocimiento tradicional de la planta completa, podemos obtener una visión global de la gama de usos medicinales de cada hierba
Fuente: Enciclopedia de Plantas Medicinales, de Andrew Chevallier (Publicado en 1996 en Gran Bretaña)
Extra: aquí un excelente artículo sobre ilustración botánica en la historia: ciencia y arte, de donde proceden las láminas de esta entrada.