Todos tenemos a Marte en nuestra carta natal, aunque las modalidades en que esa vibración se expresa en nuestra vida son muy diversas. Suele ser muy común tener una visión sobre Marte tal como la tuvieron los antiguos griegos: para ellos ARES era un gigantón grotesco, violento e incivilizado. Tamaño prejuicio acerca de la expresión de la energía marciana (consciente estemos de ello ó no) ha contribuido fuertemente a distorsionar su expresión.
Queda disminuida así nuestra capacidad natural de conseguir los recursos necesarios para la vida material. Ésto, entre otras variantes.
Desde un nivel puramente vibratorio (no arquetípico), una expresión fluida de la energía de Marte se modula naturalmente con Venus, en un ida y vuelta sin fin, donde se equilibran mi deseo y el registro de 'el otro'.
Sin embargo, eso no parece ser lo habitual: la visión distorsionada de la energía marciana a menudo opera como un dique, conteniendo (reprimiendo) ese pulso.
Hasta que, en algún momento, ese dique no es suficiente y estalla!! Se desata así la ira, cólera, rencor, bronca, miedos, resentimientos y una larguísima lista de etcéteras que devienen de esta dinámica. Y esto ocurrirá una y otra vez, a menos que se modifique nuestra percepción y apertura a la vibración simbolizada por Marte.
Nuestro intento de 'civilizar' a Marte poniéndole una mordaza, o encerrarlo en el sótano del inconciente no hará que la expresión de Marte desaparezca. Quedará 'en sombra' y entonces vendrá por destino, tal como lo explicitaba Jung.
Es en esa dinámica que se enmarca la -mala- salud de nuestro sistema hepático, con su interminable cascada de consecuencias y síntomas asociados. Esas emociones, resultado de esa distorsión, van minando poco a poco dicha función. Conocer esta relación, y su manifestación en el cuerpo físico, es muy revelador.
Es aquí donde interviene el uso Plantas Medicinales específicas, asociadas a darle fluidez y naturalidad a la expresión marciana, ya que ellas operan tanto en el plano físico -recuperando y restaurando la función hepática/digestiva- como en el plano vibratorio. Pueden aclarar nuestra percepción, afinarla.
Trabajar la sombra -en este caso, de Marte- en alianza con el MundoVerde se convierte en una vía alternativa. Posible.
Así es como concibo la amistad con plantas específicas que resuenan con la energía simbolizada por Marte y con acción -entre muchas otras- en el sistema digestivo-hepático, tal como sucede con "MUGWORT" ó ARTEMISA (sea que se trate de Artemisia vulgarias, Artemisia annua, y también de Artemisia verlotiorum).
Aliada a la hora de "poner Marte" y salir de los nidos lunares, cuando ya es tiempo. Aliada en los "ritos de pasaje", especialmente en caso mujeres.
Ni violenta, ni desvalida... ARTEMISA
Recordar, en la mitología, Artemis era hermana gemela de Apolo, el Dios Sol. Al momento del parto, Artemis "nace" primero y de inmediato colabora con su madre a parir a su hermano Apolo. Se vé allí una de las funciones de Marte, que abre camino a la manifestación de la identidad Solar, facilitando que emerja del útero-nido lunar
Cada vez que la "casa" nos queda chica, y hacen falta ánimos para levantar vuelo propio y dejar los nidos que una vez nos cobijaron. Cada vez que haya que abrir la puerta por última vez y salir... Mugwort
© Eduardo Marconetto
Nota: los modos de empleo de estas plantas medicinales (protocolos de toma) son personales, y dependen de las características particulares de quien va a tomarlas: su condición de salud, su condición física, peso, edad, etc. También se tiene en cuenta si está tomando alguna medicación (en algunos casos la medicación se potencia con el empleo de alguna planta medicinal, y en otros se anulan entre sí) Es un tema delicado, y mi propósito con este post es SOLO visibilizar una mirada del empleo de los "yuyos" desde Astrología como práctica, tal como lo veo, comprendo y explico durante los talleres.