Las "plantas medicinales" han sido empleadas desde hace siglos para restaurar la salud. Distintas culturas, en distintos lugares y en todos los tiempos han aportado su visión y su conocimiento. Es un legado ancestral que aún hoy se recupera y actualiza con nuevos aportes. Los "yuyeros" del Siglo 21 continuamos la tradición: aquí una recopilación de artículos, notas e investigaciones sobre la temática ...sean bienvenid@s a esta bitácora virtual !
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"Jarilla" Pus-pus... tras la pista ancestral



Es interesante observar cómo los usos populares de una planta nos pueden dar pistas acerca de su valor medicinal, cosa que después la ciencia termina corroborando. Tal es el caso de la "Pus-pus" ó "Jarilla pispito" (Zuccagnia punctata), una fabácea presente en el norte y oeste de nuestro país, con cierto parecido a las verdaderas jarillas del género Larrea y con quienes comparte territorio.


"...aún se conservan casas particulares de adobe, museos de la ciudad de Chilecito y capillas construidas con varillas de pus-pus para confeccionar techos por la elevada cantidad de resinas en sus tallos, prácticamente indestructible resistiendo a insectos, hongos, hormigas y humedad. También se utilizó como techo de viviendas indígenas o en pucarás. En las vestimentas y bolsitas tejidas con cachina sobre los cuerpos indígenas, excavados por el Instituto de Antropología de la UNLaR, se aprecia la presencia de ramitas hojosas de pus-pus, como posible ritual de conservación (principal propiedad de Zucagnia) similar a la momificación egipcia..." (1)

Constatar científicamente su propiedad antifúngica y antibacterial, ante estas evidencias, resulta ser el paso natural. Tal entonces es la situación de Investigadores de la Universidad Nacional del Tucumán. Transcribo a continuación lo publicado en la Web de ARGENTINA INVESTIGA - Divulgación y Noticias Universitarias:



Universidad Nacional de Tucumán / Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia/ 14 de Octubre de 2013

Investigadores de las facultades de Bioquímica y de Ciencias Naturales estudian la jarilla y la tola, plantas utilizadas en esas comunidades por sus propiedades medicinales antibióticas, ya que actúan sobre bacterias patógenas humanas multirresistentes a antibióticos comerciales. El equipo de investigadores también analiza la flora nativa del Noroeste para evaluar su calidad nutricional para su uso en el diseño de alimentos funcionales.

El uso de plantas medicinales se remonta a tiempos inmemoriales. Si bien no se sabe exactamente dónde se utilizaron por primera vez, el empleo de éstas últimas se ha dado en todas las culturas al mismo tiempo, fruto del deseo del hombre por sanar en relación con concepciones mágico religiosas. Los primeros registros escritos datan de 4.000 años de antigüedad y provienen de los Sumerios, habitantes del actual Irak, también es abundante la información en Egipto, China, Grecia y Roma.

Es por esto que desde el uso del llantén para aliviar los dolores de garganta hasta las propiedades de la hoja del aloe vera como cicatrizante de la piel, cientos de plantas medicinales son estudiadas por científicos de todo el mundo con el objetivo de corroborar esas propiedades curativas. Es el caso de los investigadores de las facultades de Bioquímica, Química y Farmacia y de Ciencias Naturales de la UNT que estudian más de cincuenta especies medicinales, distribuidas en diferentes regiones del Noroeste Argentino, y además trabajan con frutos comestibles de la flora nativa del NOA.

La doctora María Inés Isla junto a la doctora Catiana Zampini, investigadoras del Conicet y docentes de la Facultad de Bioquímica, y Soledad Cuello, becaria del Conicet y doctora en Ciencias Biológicas, descubrieron que las jarillas, especialmente una especie conocida con el nombre vulgar de pus-pus (Zuccagnia punctata) que crece en los Valles Calchaquíes, y otra planta conocida como tola (Baccharis incarum) que crece en la Puna argentina, poseen diversas propiedades medicinales, especialmente antibióticas ya que actúan sobre bacterias patógenas humanas multirresistentes a antibióticos comerciales.

Las científicas indicaron a Argentina Investiga que las jarillas tienen también cualidades antiinflamatorias, antifúngicas y además, dado que crecen en la montaña y están expuestas a elevada radiación ultravioleta, producen compuestos fotoprotectores que podrían resultar en aplicaciones como pantallas solares (cosmética), y antioxidantes porque depuran radicales libres.

La mayoría de las plantas que analiza el grupo son recolectadas de la Puna, en la región de Antofagasta de la Sierra (Catamarca) a 4.500 msnm. “A partir de nuestros estudios pudimos validar varias propiedades que le atribuye la gente de la zona a las jarillas, como la actividad antiinflamatoria o antimicrobiana y se encontró que presentan otras propiedades medicinales, lo que las hace más que interesantes para profundizar su estudio”, detalló Isla.

Myriam Arias, farmacéutica e integrante del equipo de investigación, analiza la mejor opción para vehiculizar los principios activos de la jarilla y la tola, ya sea a través de comprimidos y/o geles. Comentó que “la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT), exige que todo medicamento nuevo sea controlado mediante ensayos in vivo en animales de experimentación, y esa es la etapa que estamos próximos a implementar”.

Arias explicó que las ventajas del medicamento fitoterapéutico (en base a plantas) frente al convencional es que “el primero suele ser más efectivo porque es un fitocomplejo, formado por múltiples moléculas y, en consecuencia, actúa sobre múltiples blancos y al tratarse de moléculas nuevas supera la resistencia que generan los medicamentos convencionales”. Y agregó que el uso de plantas medicinales puede incentivar la economía regional. “Es posible generar trabajo genuino para la gente del lugar a través de la recolección de esas especies, o desarrollar un proyecto más ambicioso a futuro, como una planta elaboradora de medicamentos, que involucre a toda la comunidad”, precisó.

Sobre el estudio de frutos comestibles, Soledad Cuello comentó que estudian la flora nativa del NOA para evaluar su calidad nutricional y funcional y para su uso en el diseño de alimentos funcionales. “Nuestro propósito es aportar valor agregado a éstos y contribuir al desarrollo regional de microemprendimientos. Entre los frutos con los que trabajamos podemos mencionar el chañar, mistol, algarrobo, tomate de árbol, arrayán y cactáceas, entre otros”, finalizó.

Propiedades anticancerígenas de la jarilla

En cuanto a las posibilidades de prevención del cáncer a partir del uso de plantas de ecosistemas áridos y semiáridos, María Inés Isla manifestó “nuestro laboratorio demostró que el extracto de una de las especies de jarillas (Zuccagnia punctata) y sus compuestos aislados fueron capaces de proteger al ADN del daño primario producido por xenobióticos. Esto revela la importancia que poseen estas especies en la búsqueda de alternativas naturales para la prevención del cáncer”.

Agregó que “por otro lado, se demostró que esta especie vegetal y compuestos aislados podrían revertir la resistencia de las células tumorales al transporte a multidrogas, lo que favorecería los resultados de la quimioterapia”.

El equipo de investigación de Isla es multidisciplinario y está integrado por farmacéuticos, químicos, bioquímicos, licenciados en biotecnología y en ciencias biológicas, investigadores del Conicet y de la UNT, becarios y tesistas.

Daniela Orlandi / Dirección de Medios y Comunicación Institucional /Universidad Nacional de Tucumán



Hasta aquí el artículo publicado por ARGENTINA INVESTIGA. 
Creo atinado destacar, además, lo publicado acerca de la "Pus-pus" por el Diario Chilecito (La Rioja), que en excelentes artículos dan a conocer detalles de nuestra flora autóctona. 

Para los interesados en profundizar en el tema, acerca de la Zuccagnia punctata puede leerse: 



“Pus-Pus”, “Jarilla Macho”, “Jarilla Pispito”, “Lata” Fabacea (Cesalpinioidea). Arbustos 1 a 5 m altura, muy glutinosos, aromáticos, de suelos pedregosos o ripiosos, o de conglomerados, en cauces temporarios, característica del Monte, siendo género monotípico con esta única especie xerófila y endémica de Argentina. Etimología: dedicado al físico y botánico italiano Attilio Zuccagni (1754-1807).

Es planta leguminosa caracterizada por su alto contenido de resina y su resistencia al estrés hídrico, presentando una madera apta para techado en construcciones habitacionales indígenas y contemporáneas. Fue objeto de rituales ceremoniales de conservación de los cuerpos en enterramientos indígenas, pero su mayor aplicación es para usos farmacológicos humanos como veterinarios y poderosos agroquímicos antifúngicos de cultivos.

Pertenece a la flora xerófila de la Provincia Biogeográfica del Monte (Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis y Jujuy). Crece en cerros y llanos entre los 700-2700 m.s.m. Tiene cierto parecido con las verdaderas "jarillas", especies del género Larrea (Zygophyllaceae), con las cuales convive. Sus ramas son finas, largas y abundantes, grises o negruzcas; hojas pinadas por reducción, con pecíolo breve, articulado, siendo bipinada, reducida a una sola pina multifoliolada (Burkart, op. cit.), 5-13 pares de folíolos acuminados, subcarnosos y cubiertas ambas caras por glándulas sésiles y circulares apreciables a simple vista; inflorescencias en racimos solitarios tan largos como las hojas o mayores, erguidos, laxifloros; flores amarillo-anaranjado; fruto capsuliforme coriáceo, bivalvo, densamente hirsuto-lanoso, cubierto de cerdas largas y rojizas, 1 seminado, indehiscente. Florece desde agosto a marzo y fructifica de noviembre a abril.

Usos: Tiene aplicaciones medicinales y sus ramas se usan para techar y probablemente en otras actividades rurales (Burkart, 1952: 185; Del Vitto et al., 1997: 62). Antifúngico (Svetaz & al., 2004). Rubefasciente, desodorante pédico, antiinflamatorio, resina, alimenticio, artesanal, medicinal, tintóreo…

El extracto metanólico crudo de pus-pus, contiene 2 chalconas, 1 flavonona y un derivado éster del caffeoyl, es un antihongo muy activo contra patógenos de la soja como Phomopsis y Colletotrichum.

Las chalconas (dihidrochalcona y dihidroximetoxichalcona) son eficaces citoprotectores ya que tienen efectos preventivos significativos contra agentes químicos causantes de lesiones en la mucosa tracto-gastroduodenal.

La oxidación de moléculas biológicas, membranas y tejidos, inducidos por el oxígeno, se relacionan con patologías diversas (inflamación, carcinogénesis, envejecimiento, efectos fotobiológicos, etc.). Las moléculas dañadas principales son ADN, proteínas, carbohidratos y lípidos. El daño en el ADN puede ser irreversible y por lo tanto se puede heredar. Los extractos del pus-pus demostraron una alta inhibición del daño oxidativo inducido por ter-butil hidro peróxido.

Tanto la corteza como sus hojas poseen propiedades antioxidantes, contra artrosis, infecciones, edemas, antiséptico pédico, por contener flavonoides (flavonol, charcona y flavonona)

Los flavonoides son metabolitos secundarios comunes en el reino vegetal considerados sustancias bioactivas relativamente no tóxicas que presentan una gran variedad de efectos biológicos (prevención de enfermedades coronarias, cáncer, desórdenes gastrointestinales e inflamación). Existen evidencias del efecto de los flavonoides sobre la inhibición de varias enzimas involucradas en procesos inflamatorios (Wang et al 1999, Kwon et al 2005, Garcia-Mediavilla et al 2007).

Dos flavonoides aislados de Z. punctata (pus-pus) presentan potencialidades medicinales como agente antimicrobiano contra bacterias multiresistentes Gram positivas y Gram negativas, además se demostró que presenta actividad antimutagénica, antioxidante (Zampini et al 2005, Nieva Moreno et al 2005, Moran et al 2006) y antifúngica (Svetaz et al, 2004)


Las prostanglandinas (PG) son mediadores que juegan roles importantes en procesos fisiológicos y patofisiológicos incluyendo inflamación, protección gastrointestinal, reproducción, nocicepción y cáncer (Lee et al 2003). El precursor de las PG es el ácido araquidónico a partir de fosfolípidos de membrana, es convertido a PG por acción de la enzima ciclooxigenasa (COX). El mecanismo de acción común a todo el grupo de antiinflamatorios no esteroideos clásico (AINEs) es la inhibición de la COX, como consecuencia se inhibe la formación de PG. Los flavonoides específicamente la chalcona ejerce per se un efecto citoprotector de la mucosa gástrica (De la Rocha et al, 2003). Por otro lado, estos flavonoides naturales además de ser inhibidores de la COX actúan como antioxidantes contra [O2]- y especies radicalarias sin consumirse durante el proceso (quenching físico) permitiendo su reutilización en consecutivas interacciones con O2 lo que sumado a la inhibición de la COX contribuirían a mejorar su capacidad antiinflamatoria. La evaluación de los mecanismos moleculares de estos flavonoides como antiinflamatorios podría ser un área promisoria para el desarrollo de nuevos agentes naturales para el tratamiento de enfermedades inflamatorias.

(1) Diario Chilecito - Jorge Femenia (Lector colaborador) / 01-12-2008



Referencias:

Argentina Investiga: 
http://argentinainvestiga.edu.ar/noticia.php?titulo=poderosas_propiedades_antibioticas_en_plantas_de_la_puna_y_los_valles_calchaquies&id=1963#.V5lSezW3bcd

Diario Chilecito: http://www.diariochilecito.com.ar/articulo/4796.html